Cuidar las flores preservadas y secas es bastante sencillo, ya que no requieren los mismos cuidados que las flores frescas. Aquí tienes algunos consejos para mantenerlas en buen estado:
Evitar la humedad excesiva: Las flores preservadas deben mantenerse en un ambiente seco. La humedad puede dañarlas, así que colócalas en lugares secos y bien ventilados para mantener su apariencia original.
Alejadas de la luz solar directa: La exposición prolongada a la luz solar puede decolorar las flores. Idealmente, colócalas en un lugar con luz indirecta.
Limpiar con cuidado: Para quitar el polvo, utiliza un paño suave o aire comprimido a baja presión. Hazlo con delicadeza para no romper los pétalos. Evita el uso de agua o productos de limpieza, ya que pueden afectar a la apariencia de las flores.
No regar: Las flores preservadas no necesitan agua. Regarlas puede dañarlas.
Temperatura adecuada: Mantén las flores a temperatura ambiente, evitando lugares muy calientes o fríos.
Revisar periódicamente: Inspecciona las flores de vez en cuando para asegurarte de que se mantienen en buen estado. Hazlo con suavidad y cuidado, pueden dañarse si se manejan de manera brusca.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tus flores preservadas y secas durante mucho tiempo.